En la península son habituales a partir de la primavera, pero no empezarán a reproducirse hasta que aumenten las temperaturas, llegando a la máxima actividad en pleno verano, época en la que recorren la huerta incansables en busca de orugas de lepidóptero.Para ovopositar, buscan galerías abandonadas de xilófagos como por ejemplo orificios de carcoma en troncos viejos. La hembra caza y deposita en su interior tantas orugas como puede, distribuidas en diferentes dependencias que delimita con muros internos de barro. Cuando termina de rellenar toda la galería la sella del exterior con más tierra arcillosa y busca otro túnel similar para repetir el proceso.
Podemos potenciar la reproducción de estos aliados simplemente poniéndoles fácil encontrar sitios idóneos donde criar, simulando los orificios que emplearía en la naturaleza. Éstas acumulaciones de recovecos aprovechables por insectos benéficos para anidar o refugiarse son las llamadas cajas nido de insectos, también conocidas como “hoteles de insectos”, empleadas desde hace años en muchos huertos y jardines de toda Europa.Para poder observar mejor la cantidad de plagas eliminadas por una sola de estas hembras hicimos un modelo simple de caja nido donde el interior de los orificios fuera transparente (tubos de plástico) de modo que nos permitiera ver en su interior de vez en cuando. Aquí está el resultado, juzgad vosotros mismos el trabajo de este insecto:
A la semana la hembra ya ha completado una de las galerías y ha empezado la segunda.
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extra: otro vídeo donde aparecen estas avispas.
intrínseca, los insecticidas son el grupo de
plaguicidas que supone el riesgo más directo
para los polinizadores.”